Loca un poco

Y un día como cualquier otro de esta tan poco apaciguable rutina, se originó una fuga cósmica en el universo, mas precisamente, 5000 neuronas a la izquierda de mi cabeza, absorbiendo toda herramienta mental por un anestecioso tubo híper inflamado de olor a dentista, de escollos de algodón, y siluetas extraordinarias. Y tan racionales como podían creerlo, siguieron trabajando de un modo distinto, acorde al nuevo mundo en el que se encontraban. Nunca se quejaron, nunca se preguntaron porque las cosas habían tomado un rumbo tan distinto. Solo sabían que el cambio les posibilitó trabajar en paz, sin miles de recuerdos y palabras peligrosas acechando, sin nombres, preocupaciones, horarios que cumplir, rostros ni nada que los hiciera enfurecer, llorar o simplemente, trabajar el doble, maquinando ideas a mil por segundo.
Ya no existía Jorge, ni sus amantes, ni Mateo, ni el jefe de la oficina, ni la madre de corazón de piedra que se había exiliado hacia tantos años, ni el padre borracho. Nada, todo se había esfumado de repente y ahora, por fin, descansaba entre mariposas, bajo brillantes luces multicolores provenientes de un mismo sol, por inmensos jardines repletos de flores, niños correteando felices y hamacas en las que, ella, se mecía bien fuerte para alcanzar una gran altura y admirar todo el paisaje antes de bajar y jugar con el mas hermoso de todos ellos.
La locura es encontrar la forma de sentirse mejor


Dedicado al pequeño M, el mas hermoso de todos

3 comentarios:

Hermes dijo...

ay, tuve un escalofrío mental, de esos que siento cuando ando por los límites

Fran dijo...

buenazo!
jaj yo ponía en el taller de las 20hs , "...y convencerla de que que la locura es un auténtico bien de lujo."
un abrazo

Anónimo dijo...

Te amo amiga!
Dai