Soltaré

Dejaré salir a la bestia y que ella se monte a todo éste jodido mundo que durante un lapso de tiempo extenuante, la mantuvo oculta . Años comiéndose dolor y llanto, tras el umbral de mis ojos , viva y enfurecida, llena de odio.
No mira hacia atrás, solo despedaza sombras que nada pueden hacer para ahogar se sed.
La bestia no siente dolor, no tiene melancolía, no busca pasión y mastica corazones con sus fauces ensangrentadas y respira sueños aniquilados con excesiva fuerza.
No voy a ponerle ningún bozal, ningún collar arriesgará su fiebre. Ya destrozó las puertas, arranco los últimos pedazos de estacas de su cuerpo, aquellos con los que se creyó que moriría pero la bestia vive más que nunca y ha abandonado las tinieblas para erradicar todo lo que ponga en peligro su frágil existencía.

Ocurrencia

De a poco me desvanezco, estoy dejando de existir en el mundo donde mis palabras tenían fuerza y eran leídas. Ya no hay historias de niños de diez años, de ángeles y espartanos, de paraguas y locas bellas. Ya no hay cuento que cuente con ganas de contar, con ganas de contagiar, de despertar, de crear.
La soledad me ha tomado de rehén, la música, su irremplazable colega me tomó como prisionera sin dejarme un respiro siquiera para desahogar media lagrima: me han vaciado de melancolía con movimientos de cadera y cuerdas vibrando. Los amigos, expectantes todo el tiempo y encargados también de que no vuelva a sentirme triste.
Extraño... por primera vez sigo una línea constante sobre la que no dejo de disfrutar el paisaje: rio, canto, bailo, me impregno de los más arduos aromas de los buenos momentos, comienzo a descubrirme nuevamente a partir de mi y no de alguien más, existo, sexisto, acompaño, llevo, traigo, convido y demás pero... No me siento muy yo sin mí pero si mi se alejo dejando a yo libre, relajado, propio de si entonces le enviare un beso a mí y le daré las gracias a si por dejar que yo sea, no rara pero si diferentemente, feliz y más yo y menos yo que nunca pero sin angustias.
De a poco entro en otro mundo, con otras responsabilidades y colores, aromas leves, personas ligeras, lugares que parecen salir de grietas oscuras a lugares ya conocidos, lugares que parecían estar lejos y no era así… Cuentan que contaba como cuento y que ahora cuento como se cuentan las cuentas pero sin saber que cuenta hacer para llegar al resultado nuevo y sorprenderme otra vez.

Bailemos Rock

En la noche, al silencio del sueño
Oigo una guitarra que me llama
Como si tuviera voz propia
Sacude mi alma
Quiere arrancarla de mi cuerpo
Y me hacerme bailar.

Si te sigo no hay llanto
Si me esclavizo a vos solo huelo libertad
Si me secuestras nadie podra amarrarme
Y si en vez de morirme te elijo
Es porque abandono mi egoismo
Y me sexisto para todos los demás.

El violero sin rostro me arranco la soledad
De un salto y a sus pies me encuentro ya
Bailemos rock esta noche para olvidar las penas
Y si el mundo parece haber terminado
Mejor bailemos y que vuelva a girar.

Bailemos que el dolor es en vano
Yo prometi esperar y eso voy a hacer
Bailemos y sigamos esperando
A quien nos cubra luego con sus brazos
Y no se vaya antes del amanecer.

Si hay un amor infinito
Solo el tiempo lo descubrirá
Mientras tanto bailemos y sigamos esperando
A quien luego no se vaya con el primer amanecer.

El violero sin rostro me arranco la soledad
De un salto y a sus pies me encuentro ya
Bailemos rock esta noche para olvidar las penas
Y si el mundo parece haber terminado
Mejor bailemos y que vuelva a girar.

En lo de Mildred Jhones

En lo de Mildred Jones

Serpientes de pluma de todos los colores
Se paseaban por el lugar.
Engreidas, altivas,
Enrroscadas en redondos cuellos
Que bailaban al compás.
Las señoras espeluznantes
Con sus vestidos de raso y chifón
Con sus encajes negros
Ahorcando las cinturas
Brotando carcajadas de sangre
Detras de los labios entre rojo y bordó.

Ellas bailaban,
Reian,
Fumaban,
Detrás de negros antifaces,
Cubriendo sus manos con guantes.
Las medias de red
Les estrujaban las piernas
Y los zapatos,
A punto de explotar,
Gritaban en la fiesta.

Pero las señoras impactantes
Se reian
Y solo con ellas y no de ellas
Reian sus invitados.
Prestigiosos hombres de la aristocracia
Se veian tan sobrios
Y en lo obvio
Tan farsantes.

Bailaron y rieron
La servidumbre les mantuvo llenas las copas
Bebieron y fumaron
Abastecidos por la plebe todo el tiempo

Y es que en lo de Mildred Jones
Todas las fiestas eran de adular
Las señoras se pavoneaban
Y los hombres
No dejaban de halagar
Los ricos se divertían
Y los sirvientes eran humillados por demás.

Hubo una niña, una lampará en el oceano de fuego
Una joven, bella sirvienta
Que disfrazaba su vientre al recelo.
Camino apurada, manteniendo las copas llenas
Hasta que en un descuido
Se topó fuerte con Mildred Jhones
Y la gigante la empujo.

De su cabeza sangre brotó
Pirmero como un hilo leugo en forma de rio
La sangre a todos los zapatos les ensuciaba
Y luego hasta sus rodillas llegaba.

Las puertas y ventanas estaban trabadas
Nadie podía salir de allí.
Gritos y corridas
Empujones y patadas.
Las mujeres se trepaban a los hombres
Y ni ellos en el oceano nadaban.
La lampara de aquella chica
Se tragó todas las risas de la velada.
Nunca debi intentar borrarnos, nunca debi apartar los vestigios de nuestro amor.
Lo real es intangible, lo verdadero son las promesas que van a cumplirse.
Hoy no es nuestro tiempo,
Hoy es gris
Mañana volveremos a ser los de antes.
El color mojará nuestros días,
Tendremos lo que siempre tuvimos que tener.
Y todo volverá a ser como siempre debió,
Unicos, eternos, especiales,
Nosotros y nuestra historia sin fin.

Yo voy a esperarte, voy a hacer que el tiempo perdido termine valiendo la pena.
Yo voy a amarte, como siempre lo dije,
Para siempre.

Solo espero que no te desvanezcas, que solo mires atras para querer seguir adelante.

Se que desnuda de Dios y a orillas del mar, todo será como debe ser