Sé que algún día tendré la valentía suficiente
para declararme culpable. Mientras tanto, la vida transcurre como un instante
vacío y deprimente que se repite y extiende desde un principio, sin fin. No sé
qué edad tendré, cuántos hijos o si habrá nietos. Tampoco si a mi lado estará
mi persona o un vasto lugar vacío, polvoriento y desalineado, perfumado de su
ausencia o de la presencia estremecedora de alguien más. Las madrugadas en el
páramo son frías, la niebla empapa los suelos y el agua muerta congela el alma.
Cuando brilla alguna luz parece un sueño laminado donde debajo, se oculta la
vil perversión de este lugar, del que nunca jamás se puede salir. No hay muchas
rocas ni lugares para esconderse: estamos casi totalmente desamparados ante las
sombras del mal y los demonios del infierno… Y de ahí arriba, del cielo, solo
cae la niebla podrida.
How happy is the blameless vestal’s lot! The world forgetting, by the world forgot. Eternal sunshine of the spotless mind! Each pray’r accepted, and each wish resign’d.
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3 comentarios:
¡Volviste! Qué bueno.
Gracias Jorge! Si, hoy estuve escribiendo un poquito y preparo dos cortitos más. Un abrazo grande!
Genial. Los voy a esperar.
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