Me despierto primero con un pensamiento que en seguida contagia una sensación y luego una leve sonrisa. Después, la cara torpe y hermosa de Arena buscándome a través de la ventana de mi habitación que da al patio. Me levanto, pongo música. Me siento bien. Son días calmos, tardes alegres, noches elegantes. Son los días que siempre querré llevar conmigo.

Tengo todo lo que necesito pero cada vez que salgo de la cama, siento la adorable ansiedad de ir por más

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